viernes , 19 abril 2024
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Opinión; CUANDO EL CURSO DE LA HISTORIA SE QUIERE CAMBIAR por Cándido Lorite.

baeculitas

Todos los pueblos, a lo largo de sus avatares y circunstancias, han labrado su ser, su forma de comprender las cosas y hasta su forma de pensar, de trabajar y de vivir.
El cuento que voy a contar tiene que ver con mi ciudad: Yo vivo en Bailén, una ciudad de unos 19000 habitantes, aproximadamente (algo menos). En esta ciudad y sus alrededores se han vivido grandes acontecimientos históricos a lo largo de los siglos. Cerca, o muy cerca o en el mismo lugar, se han dado tres batallas que cambiaron el mundo y sus estrategias en cada uno de sus momentos. Baécula (208 a.C.), Navas de Tolosa (1212 d.C) y Bailén (1808 d.C.). De las dos últimas, Navas y Bailén hay tal cantidad de documentación que no necesita demostración alguna de su ubicación. Pero de la primera, ¡ay! de la primera. De ésta no existe más que los testimonios, escritos, eso sí, de dos grandes historiadores de la antigüedad, Tito Livio y Polibio.
De Baecula decir que la falta de datos precisos en las fuentes, que no se haya identificado la ciudad y la práctica inexistencia de apoyo arqueológico han dejado desde siempre la incógnita del lugar exacto donde tuvo lugar la batalla. Si nos dirigimos a las fuentes antiguas, únicas conocidas, tenemos lo siguiente:
1.- “el ejército cartaginés más próximo, el de Asdrúbal, estaba cerca de la ciudad de Baecula” Livio XXVII, 18,1
2.- “Con esto se retiraron a sus respectivos campos, tomaron sus tropas, volvieron a Escipión, y acampados junto a los romanos, marcharon contra Asdrúbal. Este general acampaba entonces en los alrededores de Cástulo, cerca de la ciudad de Betula y no lejos de las minas de plata” Polibio 10,38.
3.- “(…) y con la ayuda de Magón, hijo de Amílcar, hizo una leva en Hispania Ulterior(…); en cuanto a la infantería, algunos escriben que se concentraron cerca de setenta mil hombres en la ciudad de Silpia (Ilipa: Alcalá del Rio, Sevilla).” Livio XXVIII, 12, 13-14. Él, (Escipión) salió de Tarragona, y después de recoger los pequeños contingentes de tropas entregadas por los aliados que habitaban cerca de la carretera, sin detenerse llegó a Cástulo (…) Desde allí avanzó hacia la ciudad de Baecula con todo su ejército, cuarenta y cinco mil hombres entre romanos y aliados, infantería y caballería: Cuando estaba asentado el campamento los atacaron Magón y Masinisa(…) Una vez tanteadas suficientemente las fuerzas en estas escaramuzas, sacó primero Asdrúbal sus tropas en orden de batalla” Livio XVIII, 13,4; 14, 1.
4.- “Por la noche Asdrúbal replegó sus tropas a una altura que tenía una explanada en la parte más alta. Por detrás tenía un rio y por delante y por los lados ceñía todo su contorno una especie de ribazo abrupto. En la parte baja había también otra planicie ligeramente inclinada, rodeada a su vez por un saliente igualmente difícil de escalar” Livio XVII, 18, 5-6
5.- (…) con la suficiente extensión para formar el ejército en batalla” Polibio 10,38.
6.- “Asdrúbal, que ya antes de entrar en combate había cogido el dinero y mandado por delante los elefantes, reunió todos los fugitivos que pudo y se dirigió al Pirineo cruzando el Tajo” Livio XVII, 19, 1.
Con esto queda claro que Baecula estaba cerca de las minas de plata (Puntos 1 y 2). Del punto 3 se desprende que estaba al Oeste de Cástulo. Del punto 1 y 2 se deduce, claramente, que Asdrúbal ocupó un lugar estratégico para cerrar la entrada al bajo Guadalquivir. En el Punto 3 se ve que hay una salida clara hacia el norte para alcanzar el Tajo, y eso es Despeñaperros En los puntos 4 y 5 se detalla muy bien el lugar de la batalla, pero lugares como esos hay cientos entre Linares, Bailén y La Carolina; y no precisamente en Santo Tomé.
A partir de este documento, yo no voy a entrar en disquisiciones filosóficas. Sólo decir que hay personas interesadas, bajo qué conocimientos, en intentar cambiar la historia. Todo el mundo está equivocado menos él y su equipo. Qué alegría más grande saber que los dogmas de fe existen para la historia. Ahora hay que creer a pies juntillas lo que dice un profesor, aunque sea catedrático no le da derecho de pernada sobre la historia, ni tampoco a hacer que todo el mundo comulgue con unas hipótesis que, históricamente, no se sostienen. Los que vivieron en su momento nos indican cómo fueron las cosas. Parece que los que vivimos 2221 años después sabemos más. Qué listos son algunos; sobre todo con algunas cosas. Ya entiendo porqué retiraron las sardinas de los cortijos, todos arrimaban el ascua a la suya y se acababa la lumbre, pasando todos a continuación, frío. Pues igual pasa ahora con la historia de Baécula. Pero aquí sólo uno está arrimando su sardina, tanto que se puede quemar. Vamos, abrasarse. Porque se puede encontrar con un pueblo que no está dispuesto a que le quiten, así, por las buenas, lo que es históricamente suyo.
Y no digo que en Bailén fuera Baécula, sino en sus alrededores. Porque lo que está claro es la historia y los historiadores de la época en que se desarrollaron los acontecimientos. Montes los hay en todos los lugares, arroyos también: lo que sucede es que dónde se quiere ubicar la batalla de Baécula no tiene arroyo cerca, ni minas de plata ni salida a Despeñaperros, ni está cerca de ningún lugar. Vamos que Santo Tomé no puede ser ese lugar.
Me lo tendría que demostrar fehacientemente algún historiador o arqueólogo que no juegue con ventaja. Porque en mi ciudad, Bailén, sí existen restos y lugares que pueden resultar ciertos para el desarrollo de la batalla de Baécula. Pero, ¿en Santo Tomé? Lo siento por los habitantes de este pueblo, pero un profesor hay por ahí jugando a descubridor de la penicilina para perros. Lástima de penicilina y de perros.
Y, ahora, en mi ciudad, en un museo, quiere este señor, las autoridades, el que se gastó el dinero, el que contribuyo al gasto y el que asó la manteca- que decimos por aquí-, poner en el Museo de Bailén que la Batalla de Baécula se hizo o sucedió en Santo Tomé. Vamos hombre estudioso. Haz lo que quieras, di lo que quieras, pon lo que quieras, pero bajo ningún concepto vengas a mi ciudad, Bailén, a poner en mi museo algo que está en contra de la historia de esta ciudad, porque yo, un simple ciudadano, desde aquí y ahora mismo, te digo:”No lo vas a conseguir” y si lo consigues, prepárate, porque voy a estar escribiendo en contra de tu persona y de los que lo consientan durante mucho tiempo. No tengo prisa y sí todo el tiempo del mundo.
BAÉCULA FUE EN LOS ALREDEDORES DE BAILÉN Y NO EN SANTO TOMÉ. Entérese, señor catedrático de no sé qué.
Cándido T. Lorite

 

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